La noche estaba fría, con gotas de humedad neblina que se colaban por las ventanas semi abiertas, mi gatita tenia que tener una salida al patio de atrás, ella por las noches suele vagar más que dormir, sin importarle el clima. Yo tomé mi micro dosis, era una dosis programada para asentar, enraizar un tipo de conocimiento entre cuántico y ancestral. Todo ello involucraba a mi animal de poder, un ser mágico, fascinante, enigmático y peludo. Que yo acababa de conocer. A pesar de que me había acompañado siempre (por supuesto muchas vidas atrás, y desde mi infancia en esta actual). Mi sueño fue particularmente impresionante, mis sentidos se acrecentaron. Tal vez tenia que ver con el propósito o lo que había intencionado. Estando entre una relajación extrema, somnolencia y sueño ligero (ondas de sueño alfa, theta y ritmos de sueño sigma y los complejos k). Escucho las uñas de mi gatita haciendo fricción con el piso, inmediatamente después, entra en ráfaga una fuerte presencia por la apertura de una de las ventanas. Por la sensación expansiva, y casi adormilada puedo pensar que entro a casa cualquier cosa. Mi imaginación voló agudizada. Después de un test de realidad. Supe que se trataba de dos seres peludos plenos de amor conmigo. La lección de ese momento que se quedo en mi fue, –que– media dormida y sin consciencia puedes creer cualquier cosa totalmente equivocada. Mi sueño enseguida fue tranquilo y profundo rebosante de sonrisas y ondas delta. *notita: tengo más de una gatita, pero el sueño y la sensación (del cuento) tuvo que ver solo con una. La noche que narro, fue la primera toma de la micro dosis para la integración de la experiencia del taller de salto cuántico. Magdalena 29-01-2024

Había una vez, o tal vez millones de veces un estanque de peces. Este estanque de peces yacía en el jardín de un par de susurros. Aquellos susurros, no se imaginaban que cuando iban a hacer sus diligencias, los peces salían del estanque y entre soles y fibonaccis se ponían a hablar de metafísicas. Una tarde, en el calor de aquellas húmedas tertulias, mientras hablaban sobre formas de conciliar dicotomías, se les ocurrió de pronto invitar por primera vez a la reunión a aquel par de susurros. Se les fue la tarde meditando en aquella posibilidad. Habían encendido un fuego, contado todas las estrellas...los inquilinos de la casa, estaban a punto de llegar. Al fin el más joven de los peces se levantó de su asiento he invitó a todos a volver al estanque. Apagaron el fuego con parsimonia y uno a uno se fueron hechando al agua. Esa noche, aquellos seres sutiles se fueron a dormir descansando profundamente en el gran misterio. Y allá afuera mientras tanto, sus mascotas jugaban con el reflejo de la luna llena. La Lechuza

Había una ves, en las milenarias profundidades del sueño, del sueño, del sueño, del sueño de una diosa del bienestar,💤 un universo alternativo en donde existía un planeta limpio, tranquilo, amigable y pacifico. Este era un lugar en donde nadie nunca maltrataba a los animales 🦊🐷🦁🦄y las personas no parecían enfermedades mentales ni emocionales. Todos eran felices y no había guerras ni pandemias. 🕊🕊🕊 En ese lugar las personas eran felices de hacer sus trabajos y poder servir a los demás con sus dones heredados por Dios.🍵 No había nadie que fuera pobre o se sintiera excluido pues cada uno tenía una habilidad para servir a los demás y todos sabían dar y recibir agradecimiento por cada servicio.💸 La abundancia fluía de manera natural y todos podían tener una vida sostenible y amorosa.📿 En ese hermoso planeta, de ese universo de Diana vivían dos hermanos (hermano y hermana) que se sentían confundidos sobre su lugar en el mundo donde todos eran saludables.♻️ El hermano mayor se llamaba Reishi y había nacido con el poder energético de reducir los niveles de estrés en los cuerpos sobrecargados y el sistema nervioso inflamado. Podía ayudar a los diabéticos, a los que tenían hipertensión y a los que no tuvieran saludables niveles de acidez en el cuerpo. 🕉 Y Melena, la bella hermana menor tenía el poder mágico de regenerar nuevas neuronas en el cerebro, a tener más y nuevas ideas en una mente cansada e incluso a mejorar la apariencia de la piel. ☮️ Los poderes de estos dos hermanos eran fabulosos pero inecesarios en un planeta sin enfermedades.🧖 Así que la madre de ambos, una mujer sabía y paciente recomendó a sus hijos visitar otros planetas, y principalmente el planeta Tierra 🌎 para así poder utilizar sus dones de Dios que ella confiaba en que no habían sido en vano. 💛🤍 Con la mano en el corazón y la confianza infinita en el universo ella pidió un deseo para que sus hijos pudieran usar sus poderes para ayudar a muchas personas y luego regresar a casa a cenar. 🧚 Y así fue como sucedió. Su trabajo no fue complicado. Porque cuando la mente es clara las cosas buenas llegan fácilmente. 👏 El día de su llegada observaron a los humanos lo suficiente para conocer sus necesidades y luego se dirigieron al bosque para tener un ambiente de paz y claridad.🌿🌲⛰️🪨 Alli conocieron algunos representantes del reino fungi en la tierra.🌀 🍄🍄🍄🍄Hablaron, cantaron, compartieron, rieron y llegaron a un amoroso trato.🙏 En el trato ellos compartirían sus poderes energéticos con los representantes del comité fungi y ellos crearían los hongos para el consumo y la salud de los humanos. Así los hermanos del universo de Diana pudieron regresar a casa a tomar la cena con su amorosa madre. 🧘 Ese viaje ha sido el mejor viaje para la historia humana. Ahora todos podemos disfrutar de los poderes mágicos de aquellos dos hermanos extraterrestres. 󰳙󰳙 Y nosotros en la tierra seguimos descubriendo los regalos que los seres mágicos y magníficos nos han dado con amor. Solo que tenemos el libre albedrío de decidir su queremos usarlos. 💐 Y los dos hermanos, de universo de Diana aprendieron lo relativo que es el destino. Fin

Hola, ¿qué tal? Me presento, mucho gusto, soy una cabrita de campo llamada Ali. Tengo aproximadamente dos años (mi madre no recuera bien el día en que nací). Soy muy curiosa, inquieta y sociable. Estoy aquí para contarles lo que me ha sucedido, hace ya unos meses. Quiero que les sirva de ejemplo mi historia, que comienza así... Era un día soleado por la mañana, cuando me encontraba caminando al compás de una cascada que desemboca en el lago cercano a nuestra casa. Mientras observaba las mariposas que revoloteaban muy cerca de mi nariz, me iba acercando al desafío que me había propuesto. Éste consistía en cruzar aquel lago ancho vertiginoso, para alimentarme de las frambuesas que yacían al otro lado. No estaba muy segura en como conseguiría tal objetivo. Solo era consciente de que lo único que me ayudaría a atravesar el mismo, serían las pequeñas rocas que se encontraban por debajo, cubiertas de agua. En un suspiro tan desalentador, escucho una risa muy aguda, casi sumergida en mi oído derecho. Al voltear, recurro a la habilidad de entrecerrar los ojos para enfocar, y percibo un cuerpo muy diminuto. Un hada volaba apurada, como si quisiera acercarse hacia mí. Cuando ésta lo logra, se manifestó riendo con alegría, ya que me dijo que hacía rato que me venía persiguiendo, pero como yo iba trotando, pensó que iba a ser imposible alcanzarme. Resulta que me preguntó si era mi intención cruzar las aguas. Lo cual le asentí con mi cabeza. Entonces me planteo de hacerlo juntos, pero con la condición de que la aguarde aproximadamente quince minutos, para que pueda dejar su bolsito en su casita. Accedí sin ningún apuro, ya que tenía todo el día por delante para lograrlo, y además si era en compañía, me daría menos miedo que estando sola. Entonces me recosté en un árbol caído, a la orilla del lago, a esperarla. No supe cuál era el concepto de sus quince minutos, pero al insistir en que volvería, me quedé allí por más de dos horas. Por eso es que decidí comenzar la travesía sola. Cuando coloco mi pata izquierda sobre una de las rocas, para animarme a tal desafío, escucho que a lo lejos me grita exhausta, dicha personita diminuta voladora, por la cual había perdido mi tiempo. El hada enojada, no entendía porque estaba empezando sin ella. A pesar de explicarle que hacía dos horas que me encontraba en aquel árbol, se ofendió por no haberla esperado. Decidí dejar pasar el problema de no entendernos, para pasar al tan prometedor cruce, porque además, repito, el miedo disminuiría al hacerlo acompañada. Cuando repito el intento de levantar mi pata izquierda, el hada me para y me dice que se olvidó su polvo de hadas, y que si no lo llevaba consigo, corría el riesgo de no poder volar, si a mitad de camino se cansaba. Nuevamente, me pidió por favor que la espere quince minutos, que haría rápido y que al fin podríamos completar el desafío. Era tal el miedo de no poder hacerlo sola, que volví a confiar en que la espera seria corta. Aunque algo de mí, estaba en discordancia. Mi intuición no estaba errada, y finalmente pasaron cuatro horas más. Me encontraba muy furiosa e indignada, por haberle dado una nueva oportunidad. Utilicé tal rabia, para que el miedo se fuera, y que el impulso que me generaba en el cuerpo por dicha desilusión, me sea conveniente para pegar los saltos entre roca y roca. Ni bien comencé, adivinen quien levanto la voz para que pudiera escucharla a lo lejos. Ella se encontraba enojada por estar lográndolo sin nadie más. Decidí seguir, atreviéndome a confiar en mis extremidades, para alcanzar firmeza. A lo último, me vi en la obligación de tomar envión, para atravesar la máxima profundidad, que se interponía entre el destino. ¡Pude hacerlo! ¡Sola! Arranqué bruscamente aquellas frambuesas de temporada, que colgaban lo más cerca de mí. Mientras deleitaba su dulce sabor, llegue a la conclusión... de que hay que tomar perspectiva y observar si hay correlación, entre lo que dicen que van a hacer los demás, con lo que realmente hacen. Luego en que el camino es propio... por lo tanto, el poder para atravesar los miedos y tomar aquel impulso, depende de nosotros mismos. Y finalmente también comprendí, que la intuición va por encima de todo lo racional. Y si hay algo en tu corazón que no resuena, o todo lo contrario, que hace mucho ruido, suéltalo y hazle lugar para lo que si sientes que vibra contigo. Con Amor, la cabrita Ali ♥

Había una vez una aldea llena de seres mágicos amorosos, muy sabios, todos se conocían, se apoyaban, donde no existía la maldad, solo si la escuchaban porque había una leyenda que contaban todos; que hay un bosque en las tinieblas, sólo y sin vida, pero que solo habita un malvado duende, que silba todo el tiempo, para quien llegue a escucharlo sea hechizado para ir a su bosque y logre quitarle su amor puro, donde el odio y tristeza acaben con ese ser mágico. Así que todos los de la aldea sabían que tenían que tener cuidado con lo que escuchaban, no podían dudar de sus poderes, la conexión entre todos y confiar en el amor. Una noche comenzó a llover tanto que comenzó a inundarse la aldea, tuvieron que correr todos los seres mágicos a una montaña, pero en el camino comenzaron a oír el temido silbido de aquel duende, mientras seguía cayendo la lluvia como nunca antes, con truenos que sacudían la tierra, los hongos maestros reunieron a todos y les dijeron que debían confiar en su propio poder del amor porque si no, sus oídos podrían reconocer aquel silbido del duende, que la leyenda era verdadera, que en realidad todos habían sido ese duende en algún momento, pero por el poder del amor puro de los hongos, habían logrado convertirse en seres mágicos, amorosos, bondadosos, tomando la forma de hadas, luciérnagas, elfos y solo había quedado ese duende que no quiso convertirse y por eso todo el tiempo silbaba para que recordaran lo que antes eran, que esa noche sería su gran prueba de cada uno, si querían seguir siendo seres amorosos o regresar a su forma original de duendes malvados. Todos sorprendidos siguieron el camino con valentía. Algunos sí escucharon atentamente el silbido y regresaron a ser duendes tristes, con odio. Mientras amanecía, la lluvia iba disminuyendo y comenzó a salir un arcoíris, donde los seres mágicos lograron subir en él y descansar después de esa noche oscura.

Le pido a la vida que me lleve, que me muestre, que iniciemos este nuevo recorrido. Le cuento mi intención, la del corazón, aquello que quiero vivir en el cuento de hoy. Y le armé una listita, como mi niña le hacía a papá noel. Porque tengo bien claro qué quiero. Elevo mi rezo... Un deseo de aventura, un sentido de lo nuevo. Ese nuevo desconocido. Nuevo sentido, nuevas formas. Vaciarme en el sonido del silencio. Llenarme de la voz de los reinos. Natural, simple, mágico, maravilloso. Ya preparé la mochila, con lo necesario y algo más. Acepté cuanto me gusta la comodidad, y ciertas cosas que me dan seguridad. Hoy equilibrio, lo esencial y el comfort. Ya le dije a la vida, hoy no me apetece ir a dedo, tampoco en avión. Quiero ir en auto o camioneta. Movimiento regido por el pulso del Universo. Quiero tiempos sincrónicos en diferentes espacios. Quiero descubrir más colores de la tierra. Sé que son infinitos y bendecidos. Quiero verlos, quiero purificar mis ojos de este humo de ciudad, que entorpece el mirar. Quiero limpiar el aturdimiento que tengo inserto en los oídos, y que no quiero normalizar. Tanto ruido, que no puedo escuchar la voz de mi latido. Quiero sentir la sonoridad de los grillos, pajaritos, aprender de sus silbidos. Quiero escuchar al viento contarme historias, Armonizar mi cuerpo vehículo en arrollos y mares que me restauren, que me ordenen Quiero ver el amanecer, me comprometo a levantarme esta vez. Quiero sentir eso, esa maravilla, que aparece cuando mi ser se armoniza. Donde todo es una película Una flor, una gota, un incienso. Cada experiencia es milagrosa en la profundidad de la conexión. Quiero explorar los climas, las estaciones Porque son diferentes, según las regiones Humedad - Sequedad y todo la amplitud termostática que nos regala esta atmósfera galáctica. Quiero compañía, a la altura de las circunstancias. No voy a achicar los pedidos de mi alma ni reducir mi energía. Ni reducir mi brillo, para no incomodar al de al lado. Ya no juego a ese juego No te quiero molestar, disculpá, me voy a hacer chiquitita acá. Sin culpa, ni causa, ni justificación pido los vínculos que merezco: Le digo a la vida, anotá eh... La vida me mira, todo lo registra. No necesita tomar nota, claro. ELLA ES LA VIDA Quiero vínculos, Afines en conciencia, en sintiencia. Quiero profundo reconocimiento, autenticidad y humildad. La magia de la reciprocidad Seres que elijan autonomía y libertad Soberanía y empoderamiento. Cálidos, risueños, celebrantes. Quiero rodearme de seres que disfruten tanto de su propia presencia, como yo disfruto de la mía. Esos vínculos, donde hay menos palabras y más telepatía. Todo es claro, simple, fluído, recíproco. Hay juegos claro, hay música, hay amor para repartir. Quiero seres con quien brillar más alto. Quiero más, más más luz, para mi y para toda la raza humana Quiero que vayamos a iluminar la tierra juntos En caravana, A veces en cabaña, otras en carpa. Elegimos cuándo entrar y salir del sistema Nos coligamos a la biodiversidad en profundo respeto y armonía Con todo lo que nos rodea Compartimos conocimientos, sabidurías, experiencias. Hablamos del mundo, y hablamos mucho de las estrellas. celebrarlo todo, ver qué le pasa a mi cuerpo a cada momento. Y luego de contarle todo esto Estoy lista como girl scout Libreta en blanco ¿A dónde vamos? La vida me mira, es la frecuencia de la templanza Desbordante en confianza. Sabe que todo es un gran SI. Que todo recibiré. También sabe que mi emoción y mi pulso de acción muchas veces se convierte en ansiedad. Que me mi mente se tropieza en el desorden que ella misma crea, porque quiere conocer el rumbo Quiere estar allá. Quiere llegar al CENTRO de la sorpresa. Y está haciendo esas preguntas, Que a veces llegan las respuestas y ni se da cuenta. ¿A dónde vamos? ¿Cómo vamos? ¿A qué hora llegamos? ¿Cón quien vamos? La vida se ríe, porque puede ver a través d emi Descifrar cada uno de mis loops y vaivenes. Me dice, Te veo, te escucho, recibo tu pedido. Mi respuesta a todo es Si. • ¿Me dejás llevarte? OBVIO, le digo, NACÍ LISTA PARA EL VIAJE. Alma nómada, esto no es nuevo, Si hay algo que SÉ es de viajar. Y la vida me vuelve a pedir SOLTAR, me vuelve a pedir HUMILDAD, me vuelve a pedir CONFIAR. Repite: • ¿Me dejás llevarte? Claro... En esa pregunta, recibo su vuelco de sabiduría. Le recuerda a mi mente de los tiempos divinos Que son los que le dan sazón a cada paso Cómo se eleva el disfrute, cuando se desactiva el plano mental. Ese es el catch, la brecha que de todo hace la diferencia LA PRESENCIA Porque la mente nacida en este tiempo, tiene la tendencia A pisar el acelerador, A buscar lo que faltó A escaparse a lo que sigue. A crear problemas, para entrenterse en resolverlos. Es como si siempre se estuviera yendo de donde está. La eterna trampa de la mente. Cuando pedís la entrada, pensás en el plato principal Cuando estás comiendo el plato principal, pensas en el postre. CUando estás en el postré, pensas en el té o café, o en la siesta. Y después en pagar la cuenta, Ese pedido: • Me dejas llevarte Es la invitación a no abandonar la presencia En ningún instante. Porque en ese estadío Estan todas las respuestas No hay que buscar, porque todo te encuentra. Me mira y lanza las preguntas El testaje de mi convicción: • ¿Puedes tomar todo lo que está disponible para vos? • ¿Te das permiso a que todo llegue a vos? • ¿Renunciás al esfuerzo? • ¿Elegís dejar de frenarte a vos misma? • ¿A reemplazar control por confianza? ¿Duda por certeza? ¿Miedo por amor? • ¿Estás lista para empoderar toda tu realidad? • ¿Te asumes creadora de tu destino y de tu vida? • ¿Confiás en vos? ¿Confiás en tu alma? A TODO SI. Entonces vamos. Este viaje, es para valientes. Estás lista.